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Berjón: «Los jugadores de este Real Oviedo serán oviedistas siempre»

El extremo, que ya estuvo a las órdenes de Juan Antonio Anquela en la AD Alcorcón, tiene claro que el técnico jienense es el principal responsable de la «unión» que hay en el equipo

efe

Viernes, 2 de febrero 2018, 12:08

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El extremo del Real Oviedo Saúl Berjón ha confesado que "disfruta" los días previos al partido ante el Sporting porque se considera un "privilegiado" por poder jugarlo en el Tartiere, al mismo tiempo que se muestra "alucinado" por cómo "ha pegado fuerte" el oviedismo en un vestuario cuyos jugadores serán "oviedistas para siempre".

Berjón se deshace en halagos a la hora de hablar de una plantilla de "gran calidad humana" y destaca la idea de "equipo" por encima del resto de cualidades futbolísticas, a la par que reconoce que vive su "mejor momento" en cuanto a números se refiere -con 9 asistencias y 5 goles en lo que va de Liga- y atribuye el mérito a sus compañeros.

El extremo, que ya estuvo a las órdenes de Juan Antonio Anquela en la AD Alcorcón, tiene claro que el técnico jienense es el principal responsable de la "unión" que hay en el equipo y le define como un "tío con las ideas muy claras", "conocedor de la categoría" y experto en "sacar lo mejor de cada jugador" en base a una única premisa: no negociar el trabajo.

El ovetense, único asturiano de la primera plantilla junto con Diegui, ha recordado con la Agencia Efe su último derbi como local, en 2003 y con victoria para los azules, goleada (6-1) que rememora con "especial alegría" por suponer un triunfo sobre jugadores que poco antes -y ante la inestabilidad del Real Oviedo-, habían "cambiado" el barco carbayón por el rojiblanco.

- El equipo tiene unas sensaciones inmejorables después de nueve partidos consecutivos sin perder.

-El equipo está trabajando muy duro, hay una unión espectacular y todo eso ayuda. Sabemos lo que tenemos que hacer en cada partido gracias al míster y al cuerpo técnico, que son los que nos indican, y yendo todos de la mano resulta más fácil.

-Se ha hablado mucho del entorno en Oviedo, parece que este año hay comunión en ese aspecto, ¿hasta qué punto ayuda eso sobre el césped también?

-El ir todos de la mano, no sólo entre los jugadores, sino con la grada, solo trae cosas buenas, y es que cada fin de semana, si las cosas salen mal, son los aficionados quienes te apoyan y te animan, y muchas veces también los que te hacen meter goles.

-¿Qué papel juega Anquela en toda esa mejoría y evolución del equipo respecto a principio de temporada?

-Había muchas caras nuevas, nos hacía falta conocernos y su labor al frente ha sido espectacular porque mucha de la unión que hay es gracias a él: tanto los que juegan como los que no estamos contentos y eso se ve en el campo.

-¿Es especial para ti que sea él quien te entrene en el Oviedo? ¿cómo lo definirías?

-Yo ya sabía qué tipo de entrenador fichaba el Oviedo y claro que es especial para mí, es un gran técnico y conmigo tiene un trato espectacular. Es un tío con las ideas muy claras, conocedor del fútbol en general y de la categoría en particular, y, sobre todo, un entrenador que es capaz de sacarle a cada jugador el máximo. Tiene la habilidad de adaptarse a la plantilla que tiene o le dan, y sacar lo mejor de cada uno.

-Anquela siempre hablaba de que a los buenos les tenía que pedir más, ¿que te ha pedido a ti con insistencia en este tiempo?

-Nos pide a todos mucho trabajo, y es que luego podemos estar más o menos acertados pero el trabajo para él es innegociable, es lo único que pide y que a partir de ahí cada jugador demos lo mejor de nosotros mismos. Cada jugador es diferente y con lo mejor de cada uno se pueden hacer cosas interesantes.

-¿Ha evolucionado mucho el Saúl del principio al de este tramo de Liga?

-Sí, yo la verdad que la confianza que tengo ahora mismo la tuve en pocos sitios, y al final eso te ayuda a ser mejor. Además estar desde el principio en el equipo y hacer pretemporada se nota. Se está viendo al mejor Saúl, pero es gracias a los compañeros.

- ¿Hay mucha diferencia entre el Oviedo que visitó El Molinón y el que recibe ahora al Sporting en el Tartiere?

-Somos el mismo equipo, aquel día hicimos un gran partido, y creo que se veía de lo que era capaz el grupo. En las últimas jornadas es verdad que estamos demostrando tener un potencial enorme. Pese a ello sabemos que sin el día a día, el trabajo y la humildad, todo se nos puede escapar. La Segunda es muy complicada y hay que currar y mantener los pies en el suelo siempre porque es realmente complicado ganar.

-¿Qué es lo mejor de este Oviedo? ¿Y aquello en lo que puede crecer más?

-Yo creo que lo mejor es el equipo, esa es la palabra que define a este Oviedo: equipo. La unión que hay es espectacular y poco se puede mejorar en ese sentido. Hay muy buena plantilla, formada por buenos futbolistas y mejores personas, y esa es la manera de conseguir objetivos bonitos para mí: ser gente normal y estar unidos.

-Tu último derbi como local fue en juveniles, en un 6-1 en 2003 ¿Cómo lo recuerdas?

-Fue justo el año que descendió el Oviedo a Tercera. Recuerdo un hat-trick de Michu, un gol de Pascual desde el mediocampo y una alegría inmensa. Imagínate: no sólo ganábamos al eterno rival sino que le metimos seis. También porque los mejores jugadores del Oviedo en aquel momento se habían ido al Sporting, decidieron cambiar de barco y les salió mal: vinieron a la que había sido su casa y les ganamos con holgura.

-Jugadores como Esteban o el propio Michu habrán soñado con vivir el momento que vas a protagonizar el domingo en el Tartiere.

-Me considero un privilegiado, porque sé que es el partido que todo el mundo querría jugar. Llevamos muchos años esperando este momento y espero estar a la altura de la afición, que estará impresionante, como siempre. Es una pena por ambos, porque les llegó el momento de dejarlo antes de lo que pensaban o hubieran querido, pero estamos los demás para dar el callo por ellos y por todo el oviedismo.

-Al equipo se le ve absolutamente concienciado con lo que significa el derbi para la afición, es algo llamativo a sabiendas de cuantos jugadores nuevos hay y de que sólo tú y Johannesson sois asturianos.

-El oviedismo es algo que pega fuerte, y, obviamente no como Diegui o como yo, pero los compañeros de fuera pronto adquieren ese sentimiento, y eso me alucina. Veo a gente que no es asturiana en el vestuario vivirlo como si lo fuera, y estoy seguro de que no son del Oviedo ahora porque juegan aquí, sino que lo van a ser siempre.

-¿Qué partido esperas el domingo?

-No sé quien va a ganar el partido, solo espero que seamos nosotros. Sé que el Sporting tiene buenos jugadores, yo tengo algún amiguete por allí, y que nos van a poner las cosas muy difíciles, pero ellos y cualquier otro rival.

-Los días previos al derbi, ¿se sufre o se disfruta? Qué pesa más en estos partidos, ¿las piernas o la cabeza?

-Tanto la piernas como la cabeza van a estar motivadas de más, todo pasa por tener la mente un poco más fría de lo normal y no dejarte llevar por las emociones para no equivocarte. Yo disfruto, estoy muy tranquilo. Cuando llegue el día, con la gente por la calle, y el camino al estadio, todas esas cosas tan bonitas, lo empezaré a notar más.

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