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Real Oviedo

El Oviedo se levanta a tiempo (Nàstic 1-2 Real Oviedo)

El conjunto azul, mejor en la segunda parte, arranca los tres puntos de Tarragona y pega un estirón en la tabla

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Domingo, 12 de noviembre 2017

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De penalti en el descuento llegó la primera victoria del Real Oviedo a domicilio. Antes un partido que tuvo de todo, incluidos tres penaltis, errores defensivos, pero mejor juego de los ovetenses que se están abonando a remontar tras el descanso los partidos. Los de Anquela tuvieron un penalti que Saúl Berjón falló para adelantarse en la primera mitad. Con una pena máxima se pusieron por delante los locales, pero Carlos Hernández, que acabó expulsado y Aarón al transformar una pena máxima dieron la vuelta al marcador.

El once azul fue el esperado con la única novedad de la presencia de Cotugno en el lateral izquierdo, sustituyendo a Diegui Johannesson. El sistema fue el mismo del inicio del encuentro ante el Lugo, con Forlín por delante de la defensa.

El conjunto azul comenzó el encuentro siendo protagonista de todo lo que pasaba en el campo, lo bueno y lo malo. Lo bueno era que el equipo mandaba en el balón y llevaba la iniciativa en el juego. Pero por el contrario, volvía a cometer algunos errores de bulto en la zona de atrás que bien le pudieron costar algún disgusto de tener más acierto los jugadores locales.

Forlín por delante de la defensa acertaba en la mayoría de las ocasiones para cortar los ataques catalanes y cuando el balón llegaba a las bandas, a Saúl Berjón o Aarón Ñíguez, que a veces se juntaban en la izquierda, los azules creaban peligro.

La primera ocasión en la que los de Anquela se acercaron a los dominios de Dimitriesvki fue pasados los diez minutos, en una buena internada de Aarón Ñíguez, por la derecha, pero el ilicitano cuando entró en el área acabó disparando flojo y a las manos del portero.

Nàstic

Dimitrievski; Suzuki, Xabi Molina, Perone, Abraham; Gaztañaga, Tejera (Zahibo, min.70), Maikel Mesa (Assoubre, min.82), Delgado (Javi Jiménez, min.67); Uche y Manu Barreiro.

1

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2

Real Oviedo

Juan Carlos; Carlos Hernández, Forlín (Pucko, min.63), Chrisitian Fernández; Cotugno, Folch, Mariga, Mossa; Aarón Ñíguez, Linares (Valentini, min.90); y Saúl Berjón (Yeboah, min.87).

  • goles 1-0, minuto 39: Manu Barreiro de penalti; 1-1, minuto 71: Carlos Hernández; y 2-1, minuto 90+3: Aarón Ñíguez de penalti.

  • árbitro Pizarro Gómez, del Comité Madrileño. Mostró tarjetas amarillas a Gaztañaga y Suzuki, por parte de los locales, a los visitantes Saúl Berjón, Linares, y Carlos Hernández por lo que fue expulsado en el minuto 89.

  • incidencias En las gradas se dieron cita dos centenares de seguirdores azules que animaron todo el encuentro.

En uno de los errores de la zaga oventense Uché se quedó solo al borde del área, pero para fortuna de los carbayones, pisó el balón y no lo pudo controlar, lo que le impidió presentarse solo ante Juan Carlos. Fue un nuevo ejemplo de lo poco que necesitan los contrarios para generar incertidumbre en la portería oviedista.

Sin embargo, el conjunto ovetense seguía estando más en el campo contrario y fruto de ello llegó una jugada que pudo cambiar el partido. Carlos Hernández fue derribado en el área cuando se disponía a rematar y el árbitro señaló penalti. El lanzamiento lo ejecutó Saúl Berjón, que mandó el balón por encima del larguero, desperdiciando la oportunidad de poner por delante a los suyos.

El equipo acusó el golpe, aunque había una zona del campo en la que seguía mandando. Era la banda izquierda del centro del campo, donde se juntaban Aarón Ñíguez y Saúl Berjón, que generaban superioridad y creaban bastante peligro.

Sin embargo, el catálogo de despropósitos de los de Anquela en la zona defensiva tuvo ayer un nuevo producto. Un balón largo a Uche lo intenta proteger para que llegue Juan Carlos, pero el portero no salió y Uche, más atento que los dos jugadores visitantes, se hace con el balón y cuando va a dirigirse a la portería, es derribado por Mossa, que además vio tarjeta amarilla. La pena máxima la lanzó Manu Barreiro que esperó a que Juan Carlos se venciera y mandó al otro palo.

Los tarraconenses no tuvieron que hacer demasiado para adelantarse en el marcador, les bastó la fortuna de que Saúl Berjón marrara el penalti y aprovechar un regalo para transformar el suyo.

Que el principal problema del equipo ovetense esta temporada son la colección de regalos y concesiones que realiza a los rivales está más que claro. No tanto la solución, ya que el técnico ha probado prácticamente todo lo que tiene atrás. Por lo demás el equipo había tenido cierto dominio en el campo, pero sin concretar.

Al descanso Anquela volvio a la receta del pasado domingo tras los primeros 45 minutos ante el Lugo: Forlín se retrasó y Cotugno y Mossa se adelantaron en las bandas. A los 20 segundos de la reanudación Linares cabeceó fuera por poco un centro de Mossa. Era una declaración de intenciones de que el equipo iba a tratar de ir a por el partido.

Así fue porque los de Anquela tenían más velocidad, sobre todo por la izquieda con Mossa, y llegaron varias ocasiones de peligro. Una de ellas en un centro del valenciano que Linares remató para que el portero local se luciera enviando a saque de esquina.

Luego llegaron varios saques de esquina sin consecuencias y que dieron paso a un nuevo contratiempo, la lesión de Forlín, que tras un golpe con Barreiro, que tuvo que abandonar el terreno de juego. Anquela dio entrada a Pucko y volvió a defensa de cuatro.

El mejor juego azul tuvo su recompensa en un saque de esquina que botó Aarón Ñíguez y Carlos Hernández cabeceó al fondo de la red. Era el premio a la mayor ambición de los de Anquela.

El equipo carbayón siguia empujando a un Nástic que menguaba por momentos y que estaba contra las cuerdas, aunque Uche en una de las pocas aproximaciones a la portería de Juan Carlos estuvo a punto de darun susto.

A pocos minutos del final los ovetenses se quedaron con un jugador menos por la expulsión de Carlos Hernández.

La victoria llegaría en una galopada de Mossa por la izquierda la frenó Suzuki cometiendo penalti, que esta vez fue transformado por Aarón Ñíguez.

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