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Instante del encuentro disputado en Ferrol.
El Oviedo vuelve a caer goleado a domicilio

El Oviedo vuelve a caer goleado a domicilio

Los azules pierden 4-1 en Ferrol tras desaprovechar numerosas oportunidades

Miguel fernandi

Domingo, 12 de octubre 2014, 15:12

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Se volvió a repetir la historia de Valladolid. El Oviedo volvió a caer goleado a domicilio por segunda jornada consecutiva. Otra vez cuatro goles, otra vez varios golazos y otra vez dudas en la labor defensiva del equipo a domicilio. Pocos reparos se le pueden poner a una derrota tan abultada aunque sería injusto negar que los carbayones pudieron haber cambiado el partido si hubiesen conseguido anotar las muchas ocasiones de las que gozaron en el comienzo de la segunda mitad.

Con tres ausencias justificadas por lesión, Sergio Egea planteó una revolución en el once quizás pensando en repartir esfuerzos en una semana de tres partidos con choque de Copa del Rey el miércoles. Diegui debutó en la liga como estaba previsto pero ese no fue el único cambio. Eneko jugó de inicio en el lateral zurdo, Generelo sustituyó a Erice en la medular y Señé ejerció de mediapunta en detrimento de Héctor Font que fue el jugador descartado de los 17 que habían viajado a Galicia.

Si el carrusel de cambios había funcionado en la eliminatoria copera ante el Amorebieta, en A Malata resultó todo lo contrario. El Oviedo firmó sus peores minutos de la temporada en la primera mitada del partido. Aunque los hombres de Sergio Egea comenzaron rondando el área de Mackay con dos llegadas. Sergio García envió un buen balón al que no llegó Linares y Susaeta disparó fuera tras una buena internada. Tan sólo fueron dos chispazos porque enseguida se comenzó a ver que el Oviedo no estaba fino.

El Racing de Ferrol jugaba sus cartas y la suerte, que también influye en el fútbol, le sonrió al equipo de Manolo García. Corría el minuto 23 y Pablo Rey colocaba muy cerca de la escuadra el balón tras un saque magistral de falta desde la frontal. Inapelable. El propio jugador lo intentó cuatro minutos después con un disparo que se marchó alto en una acción similar.

El Oviedo apenas llegaba al área rival y la separación entre líneas le hacían perder el control del partido. Los carbayones no inquietaban y tan sólo en un balón que se dejó atrás Sergio García dieron sensación de peligro. El partido estaba abocado al descanso cuando Antonio remató de cabeza un saque de esquina a los 46 minutos para establecer el 2-0 en una mala salida de Esteban.

Al igual que en Zorrilla, Egea se decidió por el doble cambio para quemar sus naves. Cervero y Erice sustuían a Susaeta y Omgba y el Oviedo apareció. Señé lo intentó nada más comenzar la segunda mitad con un disparo desde fuera del área que se marchó fuera y en las botas del catalán volvió a estar la oportunidad de reducir distancias. El mediapunta se encontró un balón suelto en el área pequeña que se fue rozando el poste.

El arbitraje de López Parra no gustó a los 1000 oviedistas desplazados. La afición carbayona pidió la segunda cartulina amarilla para Adrián Cruz a los 52 minutos tras un dura entrada a Jonathan Vila que el colegiado no concedió. Tres minutos después, anuló un gol a Cervero tras un fuera de juego muy ajustado de Linares.

No parecía el día del Oviedo de cara a portería. El propio Linares conectaba un balón de cabeza que se estrellaba en el larguero y que la línea de gol escupía fuera a los 57 minutos. Y si el esférico caminaba hacia la portería, era Mackay el que se encargaba de realizar la parada de la tarde tras un remate de Cervero.

Con el Oviedo volcado el Racing de Ferrol realizó el zarpazo definitivo. Marcos Álvarez marcaba de falta directa a los 78 minutos. El balón se colaba por el poste de Esteban, otra vez cerca de la escuadra, en una acción que cogió a contrapié al portero visitante.

El 3-0 mataba el partido aunque Mackay volvió a salvar a los suyos tras un golpeo de Linares a muy poco para el final. Los goles que cerraron el partido fueron casi una anécdota. Iván Forte colocó el sonrojante 4-0 a los 89 minutos y Cervero marcaba el tanto del honor con el tiempo cumplido.

Demasiado castigo en A Malata para un Oviedo que, de todas maneras, tiene muchas cosas que corregir si quiere ser el campeón indiscutible del grupo. Ahora, a los de Egea, les toca cambiar el chip. El miércoles a las 20:30 horas en el Carlos Tartiere vuelve la Copa del Rey ante el UCAM de Murcia. El ganador del choque estará el viernes a las 10:30 horas en el bombo para medirse a un equipo de competición europea.

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