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Ramón Julio García
Viernes, 29 de mayo 2015, 01:31
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A estas alturas ya nadie duda que Garrido estará en el partido del próximo domingo entre el Cádiz y el Real Oviedo, pese a que vio dos tarjetas amarillas. Sin embargo, el conjunto carbayón quiere agotar las vías para demostrar que la decisión del Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol se equivocó al retirar la segunda tarjeta al jugador.
El Comité de Apelación ni siquiera admitió ayer el recurso presentado por la entidad azul a la decisión del de Competición y resolvió que «debe decretarse la inadmisibilidad del recurso por falta de legitimación del recurrente». Ante esta decisión, el club muestra su disconformidad con la resolución y ha decidido presentar un nuevo recurso, en esta ocasión ante el Tribunal Administrativo del Deporte, para lo que tiene un plazo de 15 días.
Más Real Oviedo
En el recurso que presentará el Real Oviedo se solicitará la suspensión cautelar de la decisión del Comité de Competición y que el jugador del conjunto gaditano no pueda ser alineado el próximo domingo.
La resolución de Apelación deslegitima al conjunto azul para interponer el rescurso. En ella se aduce que el Real Oviedo plantea el recurso sin haber sido parte en la primera instancia.
El Comité de Apelación entiende que «no está en juego el interés del recurrente en que se alinee o no un determinado jugador de su plantilla, sino que se está especulando por otro club que si aquél no se alinea, él sale beneficiado al impedírsele jugar».
La realidad es que las posibilidades de que el Tribunal Administrativo del Deporte, que se reúne esta mañana, son más bien escasas, pero el conjunto ovetense quiere agotar las vías para intentar que la decisión del Comité de Competición de desvirtuar la redacción del acta permita al Cádiz alinear a un jugador que vio dos tarjetas amarillas porque así lo entendió el colegiado del encuentro.
El malestar del conjunto azul no es mayor que el de los aficionados del conjunto carbayón, que desde que se conoció la decisión del Comité de Competición ha mostrado su indignación en las redes sociales y apunta a las vinculaciones de los actuales dirigentes del conjunto gaditano con la Federación Española de Fútbol.
Y es que la vinculación existe. El presidente del Comité de Competición, Francisco Rubio Sánchez, mantuvo relaciones profesionales con el actual presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, en la etapa que éste último estuvo vinculado al Sevilla, donde fue vicepresidente.
Francisco Rubio figuraba como consultor y asesor de la empresa de mediación del exministro Manuel Pimentel, a su vez presidente del Grupo Editorial Almuzara, que realizó algunos trabajos para el club del Nervión, como un cómic sobre la entidad.
Vízcaino también figura en su perfil de LinkedIn como consultor de Marketing Liga de Fútbol Profesional. Igualmente, se mantiene el recelo por parte de los aficionados hacia Enrique Pina, gestor del conjunto gaditano, además de presidente del Granada.
La decisión de los comités se une a la de la Federación, que pemitió la incorporación del defensa del Zamora Prada para ocupar la baja por lesión de Andrés Sánchez. Una aprobación federativa que también causó malestar en el conjunto azul por el escaso margen de tiempo con el que se adoptó la resolución.
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