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Un momento del encuentro.
El Oviedo paga cara su osadía

El Oviedo paga cara su osadía

Los azules pusieron más intención y juego en muchas fases del rival, que con poco fútbol y sin errores en Segunda División también se gana

Ramón Julio García

Domingo, 21 de agosto 2016, 20:15

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El Real Oviedo comenzó la temporada con derrota, tras perder, 1-0, ante el Valladolid en el debut de Fernando Hierro en los banquillos. Los azules pusieron más intención y juego en muchas fases del rival, que con poco fútbol y sin errores en Segunda División también se gana.

El primer once del Fernando Hierro respondió a lo esperado con una salvedad, ya que el técnico optó por Linares como acompañante de Toché en la delantera, en detrimento de Jonathan Pereira. El resto fue el previsible por lo visto en los últimos encuentros de pretemporada y tras superar Nano las molestias que arrastraba. Los únicos fichajes de esta temporada que estuvieron en el once inicial fueron el portero Juan Carlos y los centrocampistas Lucas Torró y Nando.

El conjunto ovetense salió de mano valiente y a buscar al vallisoletano y, con las líneas adelantadas apretaba la salida de balón visitante. La defensa carbayona se alejaba de la portería defendida por Juan Carlos y el partido tuvo unos minutos iniciales en los que se jugaba en campo local. Sin embargo ya se empezaba a ver que eso tenía sus riesgos, sobretodo en balones diagonales a la espalda de la zaga.

El Oviedo mandaba en esos compases en el campo y comenzó a rondar los dominios de Becerra, primero con un remate de cabeza muy forzado de Toché, que salió fuera. Luego, Nando lo intentó desde lejos, pero mandó el balón flojo a las manos del portero.

Los de Paco Herrera empezaron a sentirse cómodos siendo dominados y buscando las debilidades azules con balones largos. Así llegó el primer gol, balón a la frontal Jose le gana la partida a Peña y Verdés y bate a Juan Carlos. El Oviedo había llevado el peso del encuentro, pero su osadía fue castigada.

Poco después Mata tuvo otra ocasión en un balón por la derecha de la defensa azul, pero su intento de mandar el balón al segundo palo se fue fuera.

Los azules acusaron el golpe y se refugiaron en una posesión estéril del balón en el centro del campo, con la sensación de que el único que podía romper la atonía del juego era Nando, que lo intentaba por la izquierda y en ocasiones cambiaba con Susaeta a la derecha.

En los minutos finales de la primera mitad Nando desbordó por la banda y centró, pero no encontró a ningún compañero, luego Peña lo intentó desde fuera del área, pero encontró la pierna de un defensa. También probó fortuna Toché en una de las mejores combinaciones de la primera mitad, con una dejada de Linares, pero detuvo Becerra. También el Valladolid tuvo otra ocasión, pero Juan Carlos despejó el disparo de Álex López.

En el inicio de la segunda mitad Susaeta probó fortuna en un lanzamiento de falta lejano desde la frontal, pero el balón salió alto. Nando seguía siendo el único que hacía cosas diferentes y un pase suyo dejó solo a Toché ante Becerra, pero el portero acertó a despejar.

Los azules seguían teniendo el balón y al Valladolid en su campo, pero el conjunto local no necesitaba nada para hacer casi el mismo peligro que los visitantes, que lo intentaban una y otra vez.

La primera solución que buscó Hierro fue dar entrada en el campo a Jonathan Pereira, en el lugar de Linares, para buscar su velocidad entre líneas. En una de sus primeras intervenciones dio un balón a Toché que se quedó solo ante Becerra, pero el portero le se echó encima y logró detener.

Un agarrón de Ángel a Susaeta en el área pareció penalti, pero Pérez Montero no lo señaló y además en la contra el Valladolid casi marca el segundo gol.

El técnico dio entrada a Edu Bedia por Jon Erice para tratar de mejorar la salida de balón y ya en los últimos minutos a Alaniz por Fernández.

El paso de los minutos y la precipitación por querer llegar pronto al área rival hizo que el Oviedo acabara cayendo en la trampa local y abusando de los balones al área que nunca encontraban su destino.

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