Borrar
La psicopedagoga Teresa Álvarez se dirige a un grupo de canteranos en el aula de las instalaciones Tensi.
No sólo de fútbol vive el canterano

No sólo de fútbol vive el canterano

Una psicopedagoga y una psicóloga trabajan a diario con los jugadores de la cantera del Real Oviedo

ramón julio garcía

Martes, 15 de noviembre 2016, 03:15

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El fútbol lo es todo para los niños de las categorías inferiores del Real Oviedo. O no. Por eso, desde el club se está tratando de prepararlos lo mejor posible para las dos alternativas: que lleguen a ser profesionales o que se queden por el camino. Uno de los pilares en los que sustenta este trabajo es hacer ver a los jóvenes que en el club importa lo que ocurre en el ámbito escolar y familiar.

El Área de Desarrollo Personal, Profesional y Educativo del Real Oviedo inició su andadura la pasada temporada, impulsado por Roberto Robles, responsable de fútbol formativo de la entidad, y al frente del mismo se sitúan Lorena Suárez, psicóloga, y Teresa Álvarez, maestra y psicopedagoga. Ambas profesionales atienden a los cerca de 150 niños que están entre alevines y juveniles en la entidad ovetense, con sesiones de una hora diaria en los días de entrenamiento.

El proyecto de trabajo es integral. Se trabaja tanto con los jugadores como los entrenadores, incluso con las familias si fuera necesario. Con los técnicos se hace de forma individual y grupal para adaptarse al nivel de la edad de cada equipo. Los propios entrenadores cuando detectan cualquier tipo de dificultad la transmiten para intervenir.

Lorena Suárez explica que esta temporada han incorporado «objetivos de carácter psicológico a los entrenamientos», que, en el caso de los más pequeños, alevines e infantiles, son «más educativos y de valores, como el respeto a los rivales y compañeros, o el trabajo en equipo», mientras que con los mayores se abordan cuestiones como «manejar la frustración, el error, la cohesión del equipo o la figura de la autoridad, por ejemplo».

El trabajo se divide en dos bloques relacionados entre sí. Por un lado, la parte psicológica. Por otro, la educativa. Aunque las dos áreas confluyen habitualmente. Del apartado educativo se encarga Teresa Álvarez, que explica que «no hacemos los deberes; no son clases particulares». Lo que se busca es «dar importancia desde el club a los procesos de aprendizaje y la tarea académica», sobre todo que los niños sepan que «eso aquí es importante».

La prueba de que esto es así está en que «se pide a todos los jugadores las calificaciones académicas y, cuando se detecta un bajo rendimiento o que algo puede estar pasando, se habla con el jugador, los padres y el entrenador para buscar causas y posibles soluciones», asegura.

El trabajo habitualmente es de carácter grupal, salvo demandas individualizadas, fraccionando los grupos por categorías. En esas sesiones se trabaja con los jóvenes en aspectos que les afectan, como son la organización del tiempo. «Tienen que aprender a organizarse para ir a clase, entrenar, hacer deberes y estudiar; jugar partidos, descansar y divertirse, algo que a medida que van creciendo se complica», afirma Teresa Álvarez.

Una de las situaciones que se suele dar es la de los jugadores que no son de Asturias y hacen vida casi profesional. En este sentido, Teresa Álvarez observa que «hay algunos juveniles que vienen de fuera y su expectativa es jugar al fútbol, y no hay cuestión académica. Con ellos se habla y trabaja para que tengan un plan B en la vida, un plan formativo con expectativas laborales». Se les orienta y se realiza un seguimiento para que completen algún tipo de formación.

En el fútbol es habitual escuchar que los músculos más importantes para los jugadores están en el cerebro y eso es algo que también se intenta trabajar desde el área de desarrollo personal. Lorena Suárez, que también cuenta con un máster en psicología y coaching del deporte y de la actividad física, reconoce que por el hecho de estar en la cantera de un equipo como el Oviedo los niños ya «sienten la presión y saben que la hay, porque la exigencia en los entrenamientos es muy grande y en la competición, también». Se trata de dotar a los canteranos de herramientas para poder con la presión, algo vinculado a este mundo. «Es élite y es una manera de filtrar», explica esta profesional, que sentencia que «si te quieres dedicar a esto tienes que aguantar la presión».

«¿Cómo has entrenado hoy?»

Del mismo modo, en el aspecto psicológico se trabaja para que estos chicos adquieran percepción de la importancia del esfuerzo. «Que sepan que hagas lo que hagas nadie te va a regalar nada. Si quieres apostar por el fútbol no te vamos a decir que no, pero no pienses que va a ser coser y cantar», avisa Lorena Suárez. En este punto, explica que en algunas ocasiones les plantean a los niños distintas cuestiones: «¿Quieres llegar al primer equipo? Y, a continuación, de 0 a 10, ¿a qué nivel entrenaste hoy?».

Otra de las tareas es «ajustar expectativas», algo que se va viendo en el proceso de formación de los jugadores. «El propio niño conoce su equipo mejor que nadie, quiénes son los buenos, los mejores», explica esta psicóloga, que reconoce que a los que no tienen talento hay que buscarles lugar incluso fuera del club. Lo importante es no generar una frustración.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios