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Ramón Julio García
Sábado, 25 de marzo 2017, 21:45
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Toché puso la guinda a la fiesta del 91 aniversario del Real Oviedo con dos goles que sirvieron para derrotar al Girona. El ariete volvió a mostrar su efectividad para aprovechar las dos primeras ocasiones de la segunda mitad y sentenciar el encuentro. El partido fue igualado en la primera mitad, con un ligero dominio visitante, pero el inicio de la segunda fue trepidante, con dos goles en siete minutos y el partido se acabó pese a los intentos visitantes. El conjunto azul sigue inexpugnable en su campo y suma la sexta victoria consecutiva, en esta ocasión ante el segundo clasificado, lo que le sirve para seguir afianzándose en la zona alta de la tabla.
La alineación azul presentó más novedades de las previstas, ya que fueron cinco las novedades en la alineación en relación con el equipo que el pasado domingo había caído en Vallecas. La única modificación obligada era de sustituir al lesionado Saúl Berjón, para lo que Hierro optó por Nando, pese a que ante el Rayo había apostado por Carlitos, que se quedó en el banquillo. Además, volvió al equipo Christian Fernández, en el lateral izquierdo, en detrimento de Varela, que ni siquiera entró en la convocatoria. Toché volvió al once, tras cumplir sanción, por Michu, mientras que Jon Erice ocupó en el centro del campo la plaza de Borja Domínguez. Finalmente, Verdés entró en el centro de la defensa, relegando al banquillo a David Fernández, que había sido titular en los seis últimos encuentros y es el jugador de campo que más minutos acumula.
El Girona tuvo un cuarto de hora inicial en el que tomó la iniciativa en el juego y llevó el peso del partido, superando a los azules en el centro del campo. Sin embargo, ese dominio no se tradujo en ocasiones de gol, ya que el único acercamiento con algo de peligro llegó en un disparo, desde fuera del área de Borja García probó fortuna con un lanzamiento que salió rozando la escuadra de la portería de Juan Carlos.
El paso de los minutos hizo que los ovetenses se fueran encontrando mejor en el campo y fueran poco a poco recuperando la iniciativa. Los ovetenses eran capaces de generar peligro por la banda izquierda, donde Nando creaba muchos problemas a la zaga catalana. Así fue como llegó la primera ocasión para los azules. El valenciano combinó bien con Linares, que centró al área, donde Toché remató forzado para que René mandara a córner después de que el balón pegara en el poste.
El encuentro se fue igualando y las alternativas en el control del juego iban haciendo que las ocasiones de gol se presentaran en las dos porterías. El juego era más de id y vuelta de lo que suele gustar a los entrenadores. El Girona tuvo una nueva ocasión en un balón en el que Portu se presentó solo ante el meta azul, pero se adelantó el balón demasiado y Juan Carlos lo atrapó.
En el intercambio de golpes los visitantes estaban saliendo beneficiados, ya que fue cuando dispusieron de las mejores ocasiones de gol. La más clara fue un disparo de Coris desde la frontal, solo ante Juan Carlos que adivinó el lanzamiento y tocó lo justo para mandar el balón a córner.
El partido estaba entretenido, ya que el conjunto ovetense también lo intentaba y tuvo una buena ocasión en un saque de esquina, pero el árbitro anuló el gol de Toché por fuera de juego.
El primer tiempo, aunque no tuvo goles resultó entretenido por las ocasiones que tuvieron los dos equipos y por la intensidad que pusieron los jugadores de los dos equipos en el campo, donde pelearon cada balón. La imagen de los de Hierro fue muy distinta a la que habían mostrado hace una semana en Vallecas.
Las cosas no pudieron empezar mejor para los ovetenses tras el descanso, ya que se adelantaron en el marcador antes de que se cumpliera el primer minuto de juego. El tanto llegó en un saque de esquina que botó Susaeta, Linares peinó en el primer palo y Toché en el segundo cabeceó forzado, pero René solo pudo coger el balón cuando ya estaba dentro de la portería.
El Giroa acusó el golpe y los azules se asentaron más en el campo, pero sobre todo volvieron a exhibir su pegada, y el momento de gracia que vive Toché. En una contra, en la que intervino el propio Toché y Linares, el balón le llegó a Diegui Johannesson, que condujo hacia el centro y con un pase medido dejó solo a Toché ante René, al que batió con un disparo cruzado.
Los azules lograron en ocho minutos, gracias a su acierto, poner de cara un partido que parecía que se les podía complicar.
Además, el Girona se encontró con Juan Carlos poco después en una doble ocasión con disparos de Borja García y Pere Pons, que el portero acertó a rechazar en sendas intervenciones.
El conjunto catalán estaba volcado sobre la portería azul y llevaba la incertidumbre al área local, pero también dejaba espacios para el contraataque, que el Oviedo estuvo a punto de aprovechar en una contra en la que Nando se presentó al borde del área pero su centro a Linares lo interceptó un defensa.
El partido estaba demasiado alterado para lo que necesitaba el conjunto azul y Hierro buscó la pausa y tener el balón dando entrada a Rocha por Nando, primero, y después a Borja Domínguez, por Jon Erice. Los cambios calmaron algo el encuentro y Pablo Machín buscó la reacción dando entrada a Sandaza y Cristian para reforzar el ataque.
Los azules aunque sufrían algo con los arrebatos del Girona, que cada vez los intentaba con más efectivos, tenían el encuentro relativamente controlado y cada vez les duraba más el balón.
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