El Oviedo se edifica sobre sus cimientos

Aprovechar la base del año pasado, tener más fútbol, disponer una plantilla corta y contar con jugadores que conozcan la categoría y le entiendan son algunos de los puntos de partida que apuntó Anquela en su primera rueda de prensa del año. También reconoció que falta por llegar más 'pólvora' para el ataque, pero, mientras, reiteró su confianza en que Toché vuelva a ofrecer su mejor versión.

Lo primero que Anquela quiso dejar claro es que ya no parte de cero en la construcción del equipo y eso le permite tener «ganadas muchas cosas». Con eso enlaza otra de las ideas que plasmó el entrenador cuando explicó que ya cuenta con una base de once o doce jugadores de la pasada temporada que ya saben lo que él quiere de ellos. El reto es que los que lleguen eleven el nivel y el jienense cuente con más alternativas para elegir y suplir las ausencias que se producen a lo largo de una temporada tan larga como es la de Segunda.

En la construcción del nuevo Real Oviedo se buscará un equipo que juegue mejor al fútbol, entendiendo por ello tener un mayor control de los partidos e imponer el ritmo en el centro del campo. En ese aspecto parece que puede ser decisiva la llegada de jugadores como Tejera y Javi Muñoz, que están llamados a ofrecer un mejor manejo del balón en el centro del campo y a tener posesiones más largas, además de sumarse al ataque.

Otro aspecto diferente de la plantilla azul es que será más corta que la de las últimas campañas. En la pasada, el técnico dispuso de 23 fichas profesionales cubiertas y este año parece que serán 20 los jugadores del primer equipo. Eso supondrá una mayor presencia de jugadores del filial en las convocatorias y con minutos.

La pasada temporada sonó a broma de Anquela cuando dijo que Rocha le tenía que hacer de traductor con algunos de los jugadores del equipo (Hidi, Mariga o Yeboah) para explicarles lo que pretendía que hicieran. Eso es algo que el titular del banquillo del Oviedo no quiere que se repita, por lo que el club está incorporando a jugadores nacionales o, como en el caso de Boateng, que lleven muchos años en España y el idioma no sea un obstáculo. Pero también pretende que entiendan el idioma del fútbol de Segunda, que sepan a qué campos y rivales se van a enfrentar en cada jornada.

En este sentido, el técnico, que habló con varios de los fichajes antes de su llegada, quiere que sepan con una sola mirada suya lo que quiere de ellos en cada momento. Lo que por el contrario Anquela pretende que se mantenga de la temporada anterior es la intensidad y los 90 minutos estén metidos en el juego, sin margen para ningún tipo de relajación.

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