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Alfonso Herrero, que cuenta por triunfos sus encuentros ligueros en la primera plantilla del club azul, posa para EL COMERCIO en El Requexón. ELOY ALONSO
Real Oviedo | «No hace falta parar un penalti o evitar un gol por la escuadra para disfrutar»
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Real Oviedo | «No hace falta parar un penalti o evitar un gol por la escuadra para disfrutar»

Alfonso Herrero, portero del conjunto carbayón: «Con el Oviedo me veo en cualquier sitio, estoy muy contento aquí. No sé dónde está el techo, pero intentaremos que sea lo más alto posible»

Domingo, 31 de diciembre 2017, 02:44

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Alfonso Herrero (Toledo, 1994) despide 2017 como guardián de un Real Oviedo desatado. Arnés en la escalada clasificatoria del conjunto carbayón, disfruta de la oportunidad que vislumbró en el verano de 2016, cuando desembarcó en el filial azul consciente de que la puerta del Carlos Tartiere estaba entreabierta para él. El guardameta formado en la cantera del Real Madrid, invicto en sus cinco duelos ligueros con la primera plantilla oviedista, acumula 419 minutos con su portería imbatida. Hasta 808 consiguió enlazar en el arranque del pasado curso en el Vetusta.

-Van cuatro jornadas ya sin goles. ¿Ve posible alcanzar en Segunda el registro logrado en Tercera?

-No soy muy supersticioso, pero tampoco hay que centrarse mucho en ello. Se tiende a decir mucho, pero es cierto que en esta categoría es muy difícil. En Sevilla tenemos la expulsión, contra Osasuna con la que cayó y cómo estaba el campo... Así que vamos con la ilusión de mantener la racha y que se alargue lo máximo en el tiempo, pero con cabeza y tranquilidad porque en algún momento tendrá que llegar algún mal resultado y tendremos que estar fuertes para mantenernos ante ello.

-Habrá percibido ya que se ha ganado el cariño de la afición.

-Cuando empecé con el filial la gente sabía que venía del Castilla y en los partidos escuchaba que era el portero del Madrid (ríe). Tuve la suerte de que empezamos con los ocho partidos sin encajar y ahora que estoy jugando lo importante es que el equipo está ganando. Al final, que yo tenga esta repercusión es al cien por cien gracias al equipo, que está haciendo unos partidos enormes. Es por ellos y no porque yo esté bajo los palos.

-¿Fortalece entrar de niño en la cantera de un gigante mundial?

-Estar en el Madrid te hace ver el fútbol de una manera diferente a la de los chicos de tu edad porque sabes que en cualquier momento pueden traer un compañero que te puede quitar el puesto y juegas muchos torneos importantes que te hacen coger confianza. A lo mejor el primer día estás hecho un flan, pero luego juegas contra el Atleti, que es un rival importante, y lo afrontas como algo especial, pero de otra manera. Partidos como los que viví con la selección son de máxima tensión, en los que tienes que estar muy metido. Vas metiendo piedra a piedra en la mochila y a día de hoy sirve para transmitir al equipo la máxima tranquilidad.

-¿Un portero, a esos niveles y tan joven, sufre o le da tiempo a disfrutar?

-Sí, siempre he dicho que es una posición difícil, pero también agradecida. Aunque los delanteros se lleven el mérito, poder dejar la portería a cero y hacer buenos partidos, cuando tú eres consciente que a nivel personal el trabajo está bien hecho, es algo muy gratificante. No hace falta parar un penalti o evitar un gol por la escuadra, sino evitar situaciones o comunicarte bien con la defensa. Para mí es muy importante que un portero sepa transmitir seguridad y en la portería es mi principal objetivo.

-A un portero se le exige determinación. La mostró al bajar de Segunda B a Tercera para tomar impulso.

-Poco a poco las cosas se ponen en su sitio en el fútbol. Decidí venir aquí sabiendo que iba a tener que jugar un año en Tercera después de salir del Castilla porque creo que deportivamente era lo que mejor me venía. Este año lo empezaba sabiendo que Juan Carlos es un gran portero, que era el titular y que tenía que esperar la oportunidad. Ha llegado ahora y espero que se mantenga mucho tiempo y hacerlo lo mejor posible.

-«La oportunidad de mi vida», escribió para definir su llegada a Oviedo. ¿Da vértigo el paso de dejar de la cantera del Real Madrid?

-El hecho de tener que salir del Madrid es complicado siempre. En mi caso llevaba desde los nueve años y estuve hasta los 22, trece temporadas. Se te queda un pedacito de ti allí por todo lo que había vivido y por todos los compañeros que había tenido. Es una decisión que no es fácil, pero desde el minuto uno sabes que no acaba allí. Decidí venir aquí, apoyado por Fernando Hierro, que ya era director deportivo cuando estaba en la selección. La palabra de Fernando supuso el impulso para venir a por todas. El hecho de entrar en la dinámica en la que estamos es importante para mí y lo valoro mucho. Espero dar todo lo mejor de mí en el Real Oviedo.

-Por características físicas la afición ha llegado a compararle con Esteban. ¿Observa similitudes?

-(Ríe) Me lo han dicho más veces, aunque él tiene un guante en el pie izquierdo que es espectacular. No sé si somos exactamente iguales, pero sí creo que somos porteros que destacamos por estar a gusto bajo palos e intentar abarcar todas las facetas posibles dentro del campo y tener liderazgo. Todo lo que sea compararme con él va a ser bueno, porque fue un gran portero y un gran compañero.

-¿Y quién es Alfonso Herrero cuando se quita los guantes?

-Me gusta estar con mis amigos, disfrutar de la gente que tengo. Estar en casa con mi chica, Lara, que es mi máximo apoyo aquí, con mi gato y con mi perro. Soy un chico normal, que busca ser feliz con las pequeñas cosas diarias.

-¿Vive su mejor momento a nivel de confianza?

-La posición de portero implica estar anímicamente muy sereno y estar centrado. Me encuentro ahora mismo con confianza, la tengo desde el primer partido, aunque es algo que se va a ir cogiendo poco a poco, con minutos. Sobre todo me siento bien porque tengo a mis compañeros, que hacen que cuando me tiren sea en las peores condiciones para el rival y en situaciones en las que pueda actuar de una manera mejor.

-Irrumpe en lo que parece la era de los metas gigantescos.

-Respecto a ese canon de portero alto o bajito, creo que el fútbol va evolucionando y van cambiando las tendencias. Bajo mi punto de vista, un portero lo que tiene que hacer es parar y dar puntos y seguridad. Respecto al balón parado, hay porteros relativamente bajitos, aunque bueno ya se le llama bajito a cualquiera y un portero con 1,80 es bajito porque uno de 1,95 es muy alto, pero ese aspecto del juego aéreo creo que es muy personal. No depende tanto de la altura como puede parecer, creo que es más de anticipación, de leer la jugada y estar rápido. En ese aspecto me intento manejar lo mejor que puedo.

-Se quedó a un paso de su estreno en el Bernabéu, ¿se ve allí con la camiseta del Oviedo pronto?

-Con el Oviedo me veo en cualquier sitio, eso seguro. Estoy muy contento aquí, no sé dónde está el techo, pero intentaremos que sea lo más alto posible. Ojalá jugar en el Bernabéu, porque sería bueno tanto para mí como para el Oviedo.

-¿Qué cambió en el equipo tras la derrota en Valladolid?

-Siempre que pierdes intentas buscar soluciones a cada error e individualmente cada uno se mira el ombligo para intenta mejorar. El equipo en general ha formado un buen grupo hasta ahora, siempre hemos ido todos a una y en los últimos partidos hemos tenido la suerte de que los resultados están viniendo de cara. Si seguimos con este espíritu y con esta unión creo que las cosas pueden seguir saliendo muy bien.

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