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Un momento del partido en Mallorca.
Un punto de más fortuna que juego

Un punto de más fortuna que juego

Los azules empataron ante el Mallorca en un partido en el que estuvieron a merced del rival

Ramón Julio García

Domingo, 4 de septiembre 2016, 17:31

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El Real Oviedo sumó en Mallorca un punto que le sabe a gloria, ya que el juego del equipo no le hizo merecedor del empate. Los ovetenses igual que en la primera jornada contra el Valladolid deberían haber sumado al menos un punto por el juego y oportunidades de las que dispusieron, ayer fueron inferiores al rival y solo la buena actuación de Juan Carlos y cierta dosis de fortuna impidió que acabaran derrotados.

El conjunto de Fernando Hierro es un equipo que necesita el balón para estar cómodo y explotar las virtudes de sus jugadores, pero ayer no lo tuvo, se lo quitaron los de Fernando Vázquez, que pese a jugar mejor siguen sin conocer la victoria esta temporada.

La alineación azul presentó dos novedades, la obligada presencia de Óscar Gil en el centro de la defensa, en sustitución del lesionado Héctor Verdés, y la vuelta al ataque de Linares. Como ya sucediera en el encuentro de la primera jornada en Valladolid, Fernando Hierro optó porque el aragonés formara pareja con Toché, y Jonathan Pereira inició el encuentro en el banquillo, tras ser titular la pasada jornada en el Carlos Tartiere ante el Almería.

El conjunto azul por tercera jornada consecutiva no entró bien al partido. Los de Fernando Vázquez mandaron en los primeros 45 minutos con una total superioridad en el centro del campo e hicieron trabajar mucho a Juan Carlos, que fue el más destacado del equipo.

El principal problema de los ovetenses fue la salida del balón, que volvió a no ser fluida y, a diferencia de otros encuentros, ni si quiera la tenían en campo propio y eso daba la posesión una y otra vez a los bermellones.

El Mallorca avisó a los cuatro minutos con un disparo lejano de Yuste, que no ofreció problemas a Juan Carlos. Más apuros pasó el portero del conjunto ovetense pocos minutos después en un lanzamiento de falta de Culio, el balón se envenenó y obligó a Juan Carlos a una buena estirada para mandar a córner.

Únicamente habían pasado diez minutos y el Mallorca ya daba síntomas de tener controlado el encuentro y crear peligro con la calidad de Culio y la velocidad de Lago Junior. Precisamente este último pudo sorprender a Juan Carlos en un disparo que el portero repelió con problemas.

Los centrales azules se abrían para intentar sacar el balón y dar espacio a los medios centros para bajar a buscarla, pero tampoco era el camino, ya que los mallorquines tapaban bien y robaban para volver a hacerse con el balón y atacar.

En partidos precedentes Nando daba un respiro al equipo con sus intervenciones por la banda, pero ayer ni eso le funcionaba al conjunto ovetense, ya que ni a ni a Susaeta en el otro costado les llegaban balones. El equipo recurría a que Linares se descolgara para tratar de recibir en el centro del campo, pero tampoco servía para que el equipo encontrara soluciones.

Las cosas no le estaban gustando nada a Fernando Hierro, hasta el punto que a la media hora puso a calentar a Edu Bedia y Martín Alaniz, aunque no fue hasta el inicio de la segunda mitad cuando hizo el primer cambio.

El dominio local le hizo disponer de hasta seis saques de esquina en la primera mitad, además de algunos lanzamientos lejanos sin demasiado peligro. La única aproximación de los ovetenses en la primera mitad a la portería de Santamaría, fue en un lanzamiento de falta que acabó rematando a gol Linares, pero en posición de fuera de juego.

En la reanudación parecía que iban a cambiar las cosas, ya que a los dos minutos los ovetenses se acercaron por primera vez con peligro a la portería de Santamaría. Linares combinó bien con Nando, que por fin aparecía, pero el centro del valenciano fue demasiado adelantado para el propio Linares, que no llegó al remate.

Esta acción fue un espejismo y además en la jugada posterior, el Mallorca volvió a disponer de una buena oportunidad. El delantero Óscar Díaz llevó una buena contra, pero el lo metros finales se entretuvo lo suficiente para que a David Fernández le diera tiempo a llegar por detrás y meter el pie lo justo para mandar a córner.

Hierro hizo el primer cambio con la intención de tratar de recuperar el centro del campo, para lo que dio entrada a Edu Bedia en sustitución de Linares. Con la medular más poblada y el cansancio de los locales, la presencia mallorquina fue menos constante ante la meta de Juan Carlos.

El partido estaba algo más abieto que en la primera mitad y los ovetenses tenían algo más alejado al Mallorca. Hierro volvió a buscar un revulsivo dando entrada en el campo al uruguayo Martín Alaniz por un Susaeta que apenas había entrado en juego.

La única ocasión de los bermellones en esta fase fue un lanzamiento lejano de Lago Junior, desde lejos, que nuevamente rechazó Juan Carlos.

En los minutos finales del encuentro un par de acciones de Nando, fueron lo más destacable del juego ofensivo del equipo, pero en ningún caso con peligro suficiente. En el partido de ayer el delantero Toché no dispuso de ninguna opción de rematar, lo que da muestras del poco potencial creativo que mostró el equipo.

Hierro, a falta de diez minutos dio por bueno el empate, como lo demuestra que retiró del campo a Nando, para que Peña entrara en el lateral izquierdo y Valera adelantara su posición al centro del campo, en un movimiento claro para tratar de no perder un punto, que a la postre fue lo mejor del encuentro.

El sufrimiento azul se prolongó hasta el descuento, cuando los insulares dispusieron de una falta en el vértice del área. La botó Juan Rodríguez, pero Lekic no llegó al remate en el segundo palo, donde estaba solo.

El pitido final fue un alivio para los ovetenses que veían como sumaban un punto que les mantiene en la zona alta, pese a que no despacharon un buen encuentro.

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